mar alborotado
Envuelta en su bata de colorines, con los pies descalzos, lo deja hablando por teléfono, y ella, cansada, se dirige al dormitorio. No enciende la luz, con la farola de la plaza tiene suficiente luz para quitar la colcha, quitarse la bata, y con el camisón meterse entre las sábanas. En la mesita de noche tiene cuatro libros, dos que lee a trozos, son de los que se pueden leer de cualquier manera; otro, el médico de Noah Gordon, que ha empezado a leer, aunque lo tenga desde navidad; y la última adquisición que está deseando devorarla, carta blanca, de Lorenzo Silva, del que todo lo que lee, hasta ahora, le gusta; si, las aventuras de Chamorro, los picoletos, amores y desamores, todas las caras de la realidad.
Está agotada, y tiene que intentar estar descansada para dominar todos sus impulsos; mantener su cabeza un pelín objetiva y quizás hasta fría, para poder navegar en un mar algo alborotado . Esta deseando llegar a una costa de aguas tranquilas, donde perderse en el olor del mar.
Está agotada, y tiene que intentar estar descansada para dominar todos sus impulsos; mantener su cabeza un pelín objetiva y quizás hasta fría, para poder navegar en un mar algo alborotado . Esta deseando llegar a una costa de aguas tranquilas, donde perderse en el olor del mar.
5 comentarios
fuzzy -
Ana: con constancia se llega a todos sitios. :)
Juskdon: espero que sea cierto, y el mar se tranquilice. :)
Caramelo: los sueños de su rincon, lograran que recobre serenidad. :)
caramelo -
Juskdon -
Ana -
Por cierto me encantó El Médico. ;)
Jess*lo -
:)