Tierra trágame
Fue la frase que se le vino a la cabeza, cuando en un tono que no hubiese querido emplear, le dijo a él, a aquellos ojos oscuros que la miraban, que entre semana trabajaba mucho, y los fines de semana con los amigos, que le iba a tener que escribir cartas para saber de él. Se sorprendió cuando hablo en voz alta
se asustó de ver que sus pensamientos los había dicho en alto
. No debía de haberlo hecho. Sobre todo porque los acompañaban sus amigos
por favor, que mal debía de sonar ese reproche
se concentró en el plato de comida que tenía enfrente, y el resto del almuerzo lo paso con la mente a kms de allí
Porque siempre tenía algo que reprocharle..
Porqué siempre hay una queja, un pero, un que se yo.
Debe de cambiar pudiera ser que él se cansara. Debía de mostrar una amplia sonrisa, de hacer el payaso para él; provocar su risa, provocar su deseo, provocarle, de manera que recordara a la princesita de la que se enamoró, a la que le prometió su amor.
Porque siempre tenía algo que reprocharle..
Porqué siempre hay una queja, un pero, un que se yo.
Debe de cambiar pudiera ser que él se cansara. Debía de mostrar una amplia sonrisa, de hacer el payaso para él; provocar su risa, provocar su deseo, provocarle, de manera que recordara a la princesita de la que se enamoró, a la que le prometió su amor.
5 comentarios
fuzzy -
Ruben: si, los reproches son pequeños puñalitos, pero en fin, después, cuando uno se arrepiente de haberlos formulado, solo cabe suavizar las cosas. :)
Los impulsos... son tan traicioneros.
Ruben -
Ana -
fuzzy -
:)
juskdon -