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imaginación de fuzzy

quién fuí, quién soy, quién seré?

En el blog de Con sal en los labios, nos plantea la cuestión de como vamos cambiando de gustos y de opiniones con el tiempo, y en cierto modo nos muestra su desazón por este cambio.

Coincide que esta semana, hablando con unos amigos, comentabamos los cambios experimentados, y como en momentos de nuestra vida, hemos tenido unos planteamientos, y como los hemos ido cambiando. Decían que se había vuelto más paciente, otra más impaciente.

Mi "yo" pasado, era muy idealista, muy pasional, defendía mis ideas con verdadero corazón, más que con razón; confiaba en todo lo que me rodeaba, y era capaz de apostar porque nadie mentía, ni tan siquiera, medio mentía. Creía en mí, en que era capaz de hacer todo lo que me propusiera, que podría con todo. Mi amor era un amor que idealizó al objeto de ese amor, tanto que le exigí cotas demasiado altas, y casi puedo decir que no respeté su individualidad, tanto era mi sentimiento de posesión.

El tiempo pasó, y me caí de muchos pedestales; ví que no podía lograr todo lo que me propusiera; que podía amar pero solamente desde la realidad, siendo consciente de que la otra parte tiene su propia idea del amor, y que debo respetar sus límites, y que cuando no quiere hablar de algo, no hablarlo. Respetarlo.

Eso si, que mi confianza en él, es diferente; confío en él, pero le doy un margen de error amplio, sin que me suponga una desilusión cualquier contratiempo que por unas causas o por otras, surga.  Ejem: si va de viaje, y me dice, voy a ir a cenar; siempre pienso que no va a venir a cenar; si viene y cena estupendo; sino, no pasa nada, era otra probabilidad, y me evita pillar un berrinche por haberme hecho a la idea de que si iba a venir.

Mi "yo" presente, ha pasado a ser más atemperado en todo.  Pero no puedo evitar pensar que antes tenía más expectativas, más sueños: ahora, mis sueños e ilusiones, lo dejo para mis meditaciones, esas visualizaciones de maravillosos amaneceres, y el vivir cada día con lo que hay.

Algo bueno de mi yo presente, que me he dado permiso para amar sin prejuicios, y día a día voy aprendido a amar, y a sentir cada beso, cada caricia, como un mundo, como un todo, sentirlo … y sus besos son ahora más ardientes, más auténticos… y no volvería a sus besos pasados, me quedo con sus besos presentes.

Mi "yo" futuro: espero que el pasado y el presente, me ayuden a tener un futuro tranquilo, donde haya aprendido a disfrutar de cada segundo, de todas las cosas bonitas que tiene la vida.

¿Cuál es mi conclusión? Aunque parezca conformista, acepto que lo que he vivido me ha servido para ampliar mis horizontes. Que actué en cada momento como creí que debí de actuar. Y que me doy permiso para equivocarme. Los momentos amargos, quizás eran necesarios, son necesarios, para componer el cuadro de nuestra vida, para forjar nuestro caracter; quizás, sea bueno que nuestro corazón vaya a un ritmo más lento, que no sea tan pasional; quizás, sea bueno disfrutar de salir en pijama a la terraza, y mirar las estrellas que aún no se han querido apagar; sentir el frío de la mañana, que me hace sonreir. Mi sierra, sigue ahí, mirandome, acompañandome ahora con sus nieves, en unos meses con sus tonos azules.

Miro el conjunto.. y pienso.. ¿me puedo quejar de algo?

Soy quien soy, y quizás, solamente exista un "yo", que es el "sintiente", que no es pasado ni futuro, solo presente.

7 comentarios

zoila -

quiesa saber quie fui

ideas -

Supongo que los años dan otra perspectiva a la vida y a la realidad que nos rodea. Muchas veces creo que la vida y sus momentos se conjugan a traves de dos verbos: poder y/o deber..
Los idealistas conjugan el verbo poder, porque para ellos todo es posible...
Los realistas usan el verbo deber, porque ellos basan sus decisiones en la realidad y sobretodo en los deberes que ellos se marcan

Marta -

Hola guapa!
Todo el mundo cambia, antes o después, gracias -o a pesar de- las experiencias que vamos viviendo, nos van curtiendo, enseñando, y nos ayudan a madurar. Aunque haya veces, que esos cambios no nos gusten, o no le veamos algo provechoso.
De todas maneras, aunque uno cambie, y los "yo"s pasados vayan desapareciendo para convertirse en "yo"s futuros que poco tienen que ver, es conveniente guardar restos de ellos, para no perder nuestra propia esencia.

besos

fuzzy -

M: la consciencia, el saber que se está viviendo; si, creo que puede ser un objetivo. Gracias, me han gustado mucho tus bravos . :)

Nicolás: La edad, la madurez... si, creo que es aplicable a todos. saludos.

Synn: si, inevitablemente también cambian los de tu alrededor.. por eso hay que disfrutar las buenas rachas, los buenos momentos. Un besito conductora.

synn -

Es inevitable cambiar, y me alegra que te lo tomes de esa forma tan positiva.

Yo hoy le veo el matiz triste a eso de cambiar... porque cambias tú, cambian los demás, y a veces hechas de menos a esas personas que eran y no son.

Nicolás -

Yo creo que tu experiencia, salvando los detalles, es extrapolable a todos. Los años atemperan todo, pero también dan más profundidad. Y ponen a las cosas importantes en su sitio.

M -

Solo puedo decir ¡¡BRAVO!!, menudo repaso a la existencia, ¡¡BRAVO!!, solo un comentario, el pasado es el camino ineludible hasta el presente. Sentir y ser consciente de que se siente es el mejor indicativo de que se vive la existencia con plena consciencia. BRAVO
Un beso
M