ahora
El sol cae de plano sobre la autopista, el audi rojo, deportivo, toda una ostentación, se agarra al asfalto; su color rojo es descarado, su línea insolente. Al volante va un apuesto caballero, de cabellos negros, rizados, ojos oscuros, y sonrisa embaucadora. Esa sonrisa, puede hacer caer al más pintao, ya que el dueño de esa sonrisa, tiene una mente hecha para atraer, para negociador, para enamorar a hombre o mujer. No hay asunto que se le resista, no hay persona que no sepa por donde entrarle. A su lado, va la que lo admira, lo ama, la que se queda sin habla, la que simplemente con mirarlo tiene suficiente. Ni tan siquiera tiene que hablar, simplemente el verlo como conduce, quizás demasiado deprisa, pero al mismo tiempo ver que cuando cambia de marcha acerca su mano a su rodilla y se la aprieta mientras sonríe, marcando un pequeñito hoyuelo en su mejilla, asomando sus dientes blanquísimos, desplegando su encanto.
Llegan a su destino, y estando entre sábanas y confidencias estoy enamorado de ti cuatro palabras, pero no son palabras vacías, están llenas de contenido. Lo único que el enamoramiento de él es reciente. El de ella mucho más antiguo. Pero eso no es lo importante, lo importante es que se lo ha dicho en el ahora, en el presente, en el momento en el que viven; que importa el pasado, e incluso tampoco el futuro, solamente es el presente en el que se vive.
Llegan a su destino, y estando entre sábanas y confidencias estoy enamorado de ti cuatro palabras, pero no son palabras vacías, están llenas de contenido. Lo único que el enamoramiento de él es reciente. El de ella mucho más antiguo. Pero eso no es lo importante, lo importante es que se lo ha dicho en el ahora, en el presente, en el momento en el que viven; que importa el pasado, e incluso tampoco el futuro, solamente es el presente en el que se vive.
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