Nenúfares
La fugacidad del instante, ese momento, ese olor, ese tacto, todo fugaz, en un instante, captarlo a traves de los colores, describir la brisa.
El brillo de unos ojos...
Ha vuelto la duendecilla, diez días sin ella, sin su sonrisa, sin sus enfados, sin sus melancolías. Hoy ha sido un día revuelto; esta mañana para ir al trabajo he cogido el coche grande por primera vez; hace doce años que tengo el carnet de conducir, pero estaba nerviosa como un novel. He conseguido aparcamiento, no se me ha calado, y no he tenido ningún problema; ha sido alucinante el conducirlo por la suavidad y la potencia. A media mañana, después de pedir permiso para salir antes, me he acercado a la parada del bus para recoger a mi pequeña; ha tardado, pero no ha importado, aunque marcara el termómetro 37 grados; ha bajado con su melena corta, morena, chorreando de sudor; con sus ojos color avellana; la he apretado entre mis brazos y la he besado... mmm su olor, es.. es... como la canela, y su voz.. su voz.. tan alegre. La emoción me ha invadido, pero la he controlado; si me hubiese abandonado a las lágrimas, me hubiera embarracado.
Tiene la cara cansada, la veo muy delgada, necesita una ducha... y mimos de su mama.
Me ha contado con mucha ilusión que la han hecho jefa de patrulla, toda orgullosa me ha contado sus responsabilidades.
Al llegar a casa la he bañado, lavado bien su cabello, que tiene un brillo especial al ser tan oscuro; le he preparado la comida, unas patatas fritas con merluza, y se acaba de quedar dormida en el sofá... momento que aprovecho para escribir este post, y que sepáis que he sentido la felicidad en su máximo grado cuando la he abrazado.
El brillo de unos ojos...
Ha vuelto la duendecilla, diez días sin ella, sin su sonrisa, sin sus enfados, sin sus melancolías. Hoy ha sido un día revuelto; esta mañana para ir al trabajo he cogido el coche grande por primera vez; hace doce años que tengo el carnet de conducir, pero estaba nerviosa como un novel. He conseguido aparcamiento, no se me ha calado, y no he tenido ningún problema; ha sido alucinante el conducirlo por la suavidad y la potencia. A media mañana, después de pedir permiso para salir antes, me he acercado a la parada del bus para recoger a mi pequeña; ha tardado, pero no ha importado, aunque marcara el termómetro 37 grados; ha bajado con su melena corta, morena, chorreando de sudor; con sus ojos color avellana; la he apretado entre mis brazos y la he besado... mmm su olor, es.. es... como la canela, y su voz.. su voz.. tan alegre. La emoción me ha invadido, pero la he controlado; si me hubiese abandonado a las lágrimas, me hubiera embarracado.
Tiene la cara cansada, la veo muy delgada, necesita una ducha... y mimos de su mama.
Me ha contado con mucha ilusión que la han hecho jefa de patrulla, toda orgullosa me ha contado sus responsabilidades.
Al llegar a casa la he bañado, lavado bien su cabello, que tiene un brillo especial al ser tan oscuro; le he preparado la comida, unas patatas fritas con merluza, y se acaba de quedar dormida en el sofá... momento que aprovecho para escribir este post, y que sepáis que he sentido la felicidad en su máximo grado cuando la he abrazado.
2 comentarios
fuzzy -
Marta -
Un beso!