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imaginación de fuzzy

el mail de soledad

"El verano se acaba ahí, en ese mes de agosto que empieza a agonizar, en el atardecer del estío y de esos amores que nacieron bajo el sol, entre los susurros de las olas, en los sueños que tomaron forma a la
sombra de las estrellas y que desaparecen fugazmente con el rocío, en los silencios rellenados de ruidos y palabras…
El verano se acaba, aún sin apenas haberlo rozado. Sin haberle arrancado un sorbo, una caricia. Ha sido un tiempo extraño, uno de esos intervalos que se ponen entre paréntesis para indicar que sobraron, o que nunca parecieron vivirse. Estos meses estivales parecen haberse escrito, y vivido, con letra pequeña, en algún margen, entre paréntesis…
Han sido días de soledad compartida, de eternos silencios y de palabras que a veces parecieron en lugar de música, ruidos… Una sucesión de idas y vueltas, de lunas que arroparon nuestra piel cansada.
Todo llega, es y pasa… pero queda el hoy cimentado sobre el ayer,  ese volver a empezar que ya nunca será desde cero...
Me queda el sabor agridulce de este tiempo y la sensación de que todo es más de lo mismo…
Poco a poco los personajes de esa novela que se escribe en la piel, van desapareciendo… como las hojas caducas que cada otoño renuevan los árboles. Todos cortados por el mismo patrón. Individuos que tienen
cicatrices de guerra y soledad. Relaciones rotas y la necesidad de rehacer una vida. Personas que mastican el silencio de la soledad, independientemente de su estado civil. Habitaciones de hoteles demasiado frías, viajes con el asiento de copiloto vacío, casas sin huéspedes y algún rodríguez al que le pesa excesivamente el silencio de las cuatro paredes… En el fondo, personas hambrientas de afecto que necesitan sentir que para alguien son especiales… Y, tal vez, en algún momento, cada uno de nosotros lo somos para alguien... pero nada nos asegura la eternidad de esa sensación…
Somos juguetes rotos, que un día abandonaron a su suerte… Vivimos con la sensación de que estamos en la estación, frente a un tren que podría ser el último al que subir... y quizá ahí no entiendan muchos de ellos cuando dices que no vale cualquier tren, ni cualquier destino… que prefieres el silencio a los ruidos, y que no necesitas a nadie a tu lado para sentirte completa…
El verano se acaba y ese mar de tiempo se lleva nombres y conversaciones, situaciones con fecha de caducidad incluso antes de haberse escrito…
A veces me pregunto si alguno de esos pescadores de afecto sobrevivirá a la quema del tiempo, si dentro de unos meses recordare su nombre, o si simplemente existirá algún tipo de comunicación.
El verano agoniza cada día que pasa, y de alguna manera la novedad de entonces.. estamos hechos de retazos soledad e ilusiones… pero no sé dónde olvide las mías…
Algunos coleccionan cromos, miniaturas de coches o muñecas de porcelana. Yo, últimamente, recopilo recortes de conversaciones y sensaciones extraídas entrelineas. Un buen caldo de cultivo para una
historia donde cada pieza son fragmentos de soledades. Gente que debería sentirse feliz porque aparentemente tiene todos los ingredientes para serlo y, sin embargo, les falta ese algo que haga
girar su mundo. Personas que se sienten libres cuando hablan con un desconocido y te hacen participe de sus alegrías, pero sobretodo de sus tristezas y miedos. Siempre creí que es más fácil hablar cuando
no se mira a los ojos, abrir el baúl de esas cosas que no solemos contar, de esa manera de ser que dice tanto de nosotros aunque no seamos capaces de asumirlo.
Contemplar la vida desde la ventana también deja posos, ecos en nuestra cabeza, reflexiones y muchas impresiones. Quizá por eso me gusta bucear entre las palabras. Abrir la puerta de la jaula y permitir que el pajarillo vuele con libertad. Observar sus idas y, quizá, alguna vuelta…
Soñar es gratis, pero dice un dicho que conlleva alguna que otra desilusión. Por eso uno debe saber las reglas del juego antes de apostar todo, abrir los ojos antes de tirar los dardos… Es demasiado fácil equivocarse, caer al suelo cuando uno sólo piensa en acariciar el cielo con los dedos y se olvida de mirar el estado de la escalera por la que subimos. Quizá la precaución está en desuso, y el ritmo vertiginoso del día a día nos hace lanzarnos en una búsqueda frenética de eso que simplemente se encuentra.
Hay demasiados náufragos en este archipiélago de islas diminutas. Vidas que son como iceberg y uno sólo acaba conociendo un poco, lo que flota en la superficie.
A veces comparto esta experiencia al juego de la oca. Uno va tirando el dado, y va viviendo la anécdota que la cifra le depara. En cada casilla hay una persona y esa vivencia que está dispuesto a compartir.
Uno va pasando inevitablemente de una a otra. A veces nos volvemos a reencontrar, y los errores se penalizan con varios turnos sin jugar y alguna tristeza tiñendo la mirada…
Hace tiempo que comenzó la partida y ha habido varias veces en las que pensado abandonarla.. He pasado por casillas que ya casi ni me acuerdo…
Me quedo con las historias de templarios de Gus, con las verdades a medias de Juan, con la mirada  investigadora del aprendiz de psicólogo, con la sensación de princesa de cuento que me transmitió el pijo
recauchutado,…
Me guardo los viajes a las abadías cerveceras de Gamma, y ese aire glorioso de un tiempo pasado del futbolista de élite, o el boceto inacabado del bancario vanidoso Algunos coleccionan objetos. Yo atesoro reflexiones, y entre ellas alguna que otra risa… porque si hay algo que realmente quiero guardar
y no olvidar, es la risa de mi principito .. Esa que sonaba a música de cascabeles…
Así han sido estas últimas semanas… recortando párrafos y experiencias de otras vidas, de otras gentes, reflexionando y mirando hacia detrás, pero también hacia el ahora… Buscando en el día a día algo que rompa la rutina, alguien con quien hablar cuando todos los posibles están de vacaciones o simplemente off. No hay recriminaciones ni decepciones. Una sabe que no se deben pedir peras al olmo, ni lavar la cabeza al burro… que cada cosa y persona tiene su lugar y su tiempo.. Ser realista duele a veces, pero es el precio que debemos pagar por soñar"

@ Soledad

4 comentarios

amor -

creo que quiero ser tu amigo para siempre, te lo digo de verdad

:-)
amor

fuzzy -

Dragonfly: ya me gustaria escribir tan bien como mi amiga Soledad. No lo he escrito yo, y con permiso de la autora, cuelgo sus reflexiones, tras haberse inscrito en una pagina para hacer amigos por internet, y quedar con ellos en persona. En sus reflexiones, refleja lo que vé, y como le afecta. Le trasladaré tu comentario, seguro que le gusta. un beso.
Victor: encantada de verte. La soledad, es saberse reconciliar con uno mismo. Por supuesto que te dejo pegar el link. besos.

Victor Flyte -

Este verano alguien muy solitario me dijo que la soledad es el precio de la independencia. Curioso tema. Esa soledad que sólo es amable cuando es buscada. ¿Me dejas copiar un link? http://www.youtube.com/watch?v=B7KOYdXe6JQ

dragonfly -

Me ha encantado la reflexión de soledad (quizás tu otro yo???)

Somos naúfragos en un oceano de incertidumbres

un beso