volver a ilusionarse
@Soledad
contradicciones, de idas y vueltas sin un sentido concreto, de pensamientos y miradas que no se cómo interpretar.
La vida tiene ritmo de ondas que pasan, de olas que van y vuelven a la orilla... de ilusiones que se pierden en el horizonte y esperanzas que brotan el amanecer de la primavera…
El verano se acabo en algún kilómetro de esa carretera que une las esperanzas primaverales con las nostalgias otoñales, en algún punto de esos textos con los que pretendo arrancar sensaciones al olvido. Por que escribir para mí es eso. Atrapar momentos. Guardarlos en un cajón para volverlos a recordar. He perdido la cuenta de los recortes de soledades que me he podido ojear en esta última etapa de mi vida. Yo no soy diferente a ellos. O al menos muy diferente. Todos somos trozos de madera, torneada por el tiempo y las circunstancias… puzzles que donde se entremezclan piezas de roble, de chopo, de pino, de olmo, de encina… piezas macizas y otras huecas esperando ser rellenadas..
En algunos instantes, no puedo dejar de preguntarme qué hago yo en un sitio como ese, por qué acudo a una cita con alguien desconocido, qué espero, hacia dónde quiero dar el siguiente paso…. y me pierdo en el laberinto de mis preguntas sin respuesta, y de las respuestas sin preguntas…
Y sigo avanzando, porque este camino es de un solo sentido, aunque a veces se haga en círculos.
La vida es un viaje hacia lo efímero, como ese rayo de luz, como ese ruido que se pierde .. esto también se perderá en algún momento.
Probablemente sin darnos cuenta, un día de esos en los que toque balance existencial, empezaremos a rebuscar en la memoria nombres sin caras, y caras sin nombres.. e intentaremos asignarles profesiones, adjetivos y las sensaciones que tuvimos un día al tratarlos. Tal vez, en alguna de esas grietas de la memoria, encontremos atrapado alguno de esos amigos.. una de esas personas que sigue ahí, porque sin saber como llego, se hizo un hueco permanente en nuestra vida..
Hace unos días, alguien compartía conmigo una de esas sensaciones que parecen aletargadas en mi vida. Me hablaba de miradas de reojo, de encuentros que colorean las mejillas y aceleran el corazón. Del ritmo de la vida en definitiva, que no entiende de mordazas matrimoniales, ni de circunstancias poco adecuadas.. La primavera de las sensaciones es así. Una sinfonía de sentimientos, de reacciones químicas, de mariposas de colores en nuestro estomago.
Yo había olvidado cuando fue la última vez que ese estruendo pasó por mi vida…