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imaginación de fuzzy

sombras

Has vuelto.
Y yo soy otra.
Pero cuando te miro vuelvo a ver a quien era.
Me gusta quien era yo. Y quien me hacías sentir.
Mimada, consentida, caprichosa.
No puedo evitar que mi corazón se sienta raro.
Siento que estos años se han borrado. Y todo es como era.
Sin embargo me miro en el espejo: esos ojos que me miran, mmm no tienen la ingenuidad de atrás. Esa boca, te habla con serenidad y se atreve incluso a ironizar contigo. No permite que la examines. Solamente cuando me llamas por mi diminutivo... me tiemblan las piernas. Hago mucho hincapié en que estoy “bien”, que no te preocupes. Me dices que tu no.. y en ese instante me ganas por goleada. Y no quiero más que achucharte, y decirte que no te preocupes, que yo estoy para animarte, contarte chismecillos y hacerte más llevaderos tus alti-bajos.
¿qué necesito ahora?
Reflexionar.
Mi vida es como un tren (idea de albatros) en el que voy sentada al lado de la ventanilla, y a través de ella veo un paisaje precioso, casi bucolico. Es un buen tren. Y no me voy a bajar de él, porque mi corazon está tranquilo: puedo amar madura y libremente. Aunque a veces tengo dudas (idea de martita). No tengo que perderme en la pasión o en el “sin control” que en ocasiones nos desborda la emoción, y la impaciencia (idea de desaa).
Debería de aplicarme el cuento, y vivir, disfrutar el “ahora y aquí”. Y no pensar...

2 comentarios

fuzzy -

Martita, espero que el equilibrio no se me rompa. Creo que no. ¿te ha gustado la sombra?.
besitos.:)

Marta -

Mmm, no viene mal pensar, pero que los pensamientos no enturbien los que puedas sentir, porque entonces, el equilibrio se rompe, y se pasa mal.

Un beso.

(jo, me ha gustado estas "sombras")